Gerard Cyprien Lacroix, de 66 años, arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014, fue acusado por una mujer que era menor de edad en el momento del incidente.
Quebec- Un cardenal canadiense, cercano aliado del Papa Francisco, negó «categóricamente» las acusaciones de agresión sexual a un adolescente en la década de 1980, pero anunció el viernes que dejará sus funciones, dijo la Arquidiócesis de Quebec.
El cardenal y arzobispo de Quebec Gerard Lacroix, de 66 años, enfrenta acusaciones de agresión sexual que se remontan a 1987 y 1988, cuando los demandantes tenían 17 años, como parte de una demanda colectiva contra más de 100 sacerdotes de la arquidiócesis.
El Sr. Lacroix ha sido arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014. Desde el año pasado es miembro del Consejo de Cardenales Asesores del Papa, que se reúne periódicamente en el Vaticano.
«El cardenal Gerard Cyprien Lacroix ha anunciado a sus colaboradores clave que suspenderá temporalmente sus actividades hasta que se aclare la situación», dijo la archidiócesis en un comunicado.
«Él negó categóricamente ayer las acusaciones en su contra, que considera infundadas», añade el texto.
La demanda es una actualización de una demanda presentada por primera vez en 2022 y presenta testimonios de 147 personas que afirman haber sido agredidas sexualmente por más de 100 sacerdotes de la arquidiócesis, incluidos sacerdotes de alto rango de los Estados Unidos. El bufete de abogados del demandante dijo que esto incluye sacerdotes de los Estados Unidos.
El Papa Francisco ha hecho de la lucha contra las agresiones sexuales dentro de la Iglesia una de sus principales misiones, abogando por la «tolerancia cero» en medio de escándalos generalizados.
El Papa estableció una comisión sobre el abuso sexual de menores para levantar el velo que ha ocultado décadas de actividad criminal del clero.
Aunque el clero y el personal deben denunciar abusos dentro de sus parroquias, las confesiones todavía se consideran privadas. Los activistas por los derechos de las víctimas piden una mayor rendición de cuentas.
Todos los cardenales menores de 80 años participarán en el cónclave para elegir al nuevo Papa.