Las autoridades armenias anunciaron que hasta el jueves más de 70.000 karabajistas habían abandonado sus hogares en Nagorno-Karabaj y se habían trasladado a su territorio en busca de refugio.
El portavoz del primer ministro armenio, Nazeri Baghdasaryan, dijo que un total de 70.500 personas desplazadas por la fuerza habían llegado desde Artsaj en los últimos cinco días, lo que representa más de la mitad de la población total de Armenia.
De ellos, 50.866 ya están registrados, la mayoría de los cuales tienen casas de familiares y amigos en Armenia, y el resto en alojamiento proporcionado por el Estado.
Este domingo comenzaron evacuaciones masivas que han estado plagadas de obstáculos y dificultades. Esa misma noche, la única ruta que conecta Nagorno-Karabaj con Armenia ya estaba atascada por el número de coches que partían desde allí.
El lunes por la noche, un tanque de combustible explotó en una gasolinera donde muchas personas hacían fila para evacuar. Al menos 68 personas murieron, unas 300 resultaron heridas y más de 100 desaparecieron.
Este éxodo de armenios se produjo en respuesta al reciente anuncio del gobierno del enclave separatista de que la república se disolvería a partir del 1 de enero de 2024 y, por tanto, dejaría de existir.
