El Barça se toma un descanso ante Las Palmas por una ‘manita’

Siempre hay calma después de una tormenta. El Barcelona lo encontró en el Camp Nou gracias a Suárez y Messi, pero también al centro del campo de André Gómez, Rafinha y Arda Turan. En un día en el que Luis Enrique revolucionó el once y dejó a Neymar e Iniesta en el banquillo, el Barcelona recibió un halago a costa de Las Palmas que duró 45 minutos. Dos goles de Suárez, Messi, Arda Turan e incluso Aleix Vidal devolvieron la tranquilidad a Can Barça, que ya no recuerda cómo fue visitar el Barcelona.

El Barça era más Barça, menos pretencioso, pero un ligero paso hacia el sentido común. Rescatará a Aleix Vidal para el equipo y volverá a involucrar a Arda Turan en esta difícil batalla de la Liga. Luis Enrique mostró especial obsesión con André Gómez, respondiendo esta vez con una buena actuación y olvidándose de nuevo de Rakitic. Era hora.

Los portugueses y Rafinha fueron la segunda línea de ataque necesaria a su llegada para aliviar a Messi y Suárez de la carga ofensiva. A veces eso no está mal. El equipo azulgrana consiguió así una ventaja lenta pero constante, justa pero efectiva. Crearon seis oportunidades en 45 minutos. Es algo a lo que los hombres del técnico Luis Enrique no están acostumbrados estos días.

En el primer partido, Suárez no encajó tras un buen servicio de André Gómez. Por cierto, la jugada empezó con las botas de Aleix Vidal. Este gol reforzó la confianza del Barça. El gol y la inofensiva reacción de Las Palmas no pudieron superar la presión azulgrana en primera línea. El día de hoy fue intenso, aplicado y bien colocado en el campo de juego.

Por dos veces en este partido, Rafinha y André Gómez consiguieron enfatizar su dominio, que no pudo conseguir por la falta de puntería y la intervención de Javi Varas. Messi también jugó contra el portero del Sevilla. Primero con una falta directa, luego en el mano a mano, que convirtió a Leo en un futbolista en el suelo.

Todo lo que Varas había hecho se deshizo a principios de la segunda mitad. Prefirió bloquear un centro inofensivo de Varas en lugar de despejarlo, y el balón se le escapó entre los guantes, pero desafortunadamente ahí apareció Messi, y todo lo que Messi tuvo que hacer fue empujarlo hacia la portería.

Un error del portero acabó con la resistencia amarilla. La defensa del equipo de Setién se desplomó como un castillo en la arena y en apenas 10 minutos el Barça decidió rendir el homenaje que le había faltado últimamente en el Camp Nou. Suárez marcó el tercer gol con un ‘9’ de manual, y Arda se incorporó al equipo tras recibir un rebote de Varas en el mano a mano con el delantero uruguayo.

Para cerrar las festividades, Aleix culminó su victoria gritando revolución a los cuatro vientos. Quizás eso sea lo que necesita el Barça. La emoción viene del banquillo y del campo, y no muy lejos de allí.

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