Rusia volvió a bombardear anoche la orilla occidental del Dnieper con siete bombas, después de que el presidente Volodymyr Zelenskiy advirtiera ayer de fuertes ataques que están «aterrorizando» a los residentes de la región de Kherson, controlada por Ucrania.
En el ataque, un civil de 41 años murió «a la entrada de su casa», informó el régimen militar de la región en su cuenta de Telegram.
Además, confirmó que «se dispararon siete bombas aéreas en la zona de Mikolavka, en el distrito de Belislav».
En su discurso a la nación anoche, el Presidente Zelenskiy se refirió a la «severidad» del bombardeo ruso de la región de Kherson, particularmente el distrito de Belislav y la capital de la región.
El presidente Zelenskiy dijo que las fuerzas rusas habían atacado la región con «artillería de artillería» y «ataques aéreos guiados», alcanzando «casas, granjas, tiendas en general e infraestructura».
El presidente de Ucrania ofreció palabras de aliento a las víctimas y sus familias y pidió a los aliados de Ucrania que tomen «más medidas» para protegerse del «terrorismo» ruso.